La FDA aprobó los primeros lentes de contacto para retrasar el progreso de la miopía en niños. Los niños comienzan a usar los lentes entre los 8 y 12 años de edad. Anatómicamente, los ojos de un niño pueden tolerar las lentillas desde una edad muy temprana (entre los 6 y 8 años). Incluso algunos bebés llevan lentes de contacto debido a que padecen cataratas congénitas u otras afecciones oculares.
Ten en cuenta que cambiar a tu hijo de gafas a lentes de contacto no tiene por qué ser una decisión permanente. Además si tu hijo no se adapta bien, o no asume bien la responsabilidad de usar y cuidar sus lentes de contacto, puede simplemente volver a usar gafas. En cualquiera de estos tres estados, está contraindicado el uso de lentes de contacto, de manera temporal o definitiva, por indicaciones de tu experto en salud visual. No use lentes de contacto si tiene una infección ocular o molestia ocular, lagrimeo excesivo, cambios en la visión, enrojecimiento u otros problemas del ojo.
Este proceso incluye la selección de un lente que maximiza el confort, salud y corrección visual y el entrenamiento cuidadoso de inserción del lente, removido y cuidados. Además, la motivación que tengan ellos para llevar las lentillas también contribuirá a que sean estrictos en seguir las normas de uso. Los contactos suaves desechables (ambos los desechables de uso diario y las variedades reutilizables) son una opción popular para los niños.
los lentes de contacto
que bloquean los rayos UV ayudan a proporcionar protección contra las radiaciones UV dañinas.Para ayudar a evitar estos problemas, siga el itinerario de uso y reemplazo y las instrucciones de cuidado de los lentes suministradas por su médico. Es más, las lentes de contacto siempre necesitan una gafa de apoyo, para los momentos que hay que descansar del uso de ellas a diario y para mantener de forma adecuada nuestra salud visual. El factor no médico más importante es si su hijo quiere usar contactos y si es lo suficientemente maduro como para cuidar de ellos. Mientras que usted puede ayudar a responder esas preguntas, su médico también debe determinar si las condiciones subyacentes del ojo podrían interferir con un exitoso cambio a contactos.
No obstante, los niños pueden llegar a sentirse diferentes al resto de sus compañeros o amigos al cambiar su imagen.