Irritación, escozor, picor o dolor en el ojo. Incomodidad al ponerse la lente de contacto. Sensación de cuerpo extraño o arenilla en el ojo. Las lentes de contacto proporcionan grandes beneficios a quienes las usan, pero en algunos casos puede darse un rechazo.
A continuación, te contamos cómo saber si tus ojos están tienen síntomas de estar rechazando las lentillas y qué debes hacer si esto sucede. Muchos usuarios de lentes de contacto abusan de ellas e incluso algunos confiesan haberse ido a dormir sin quitárselas. Sin una buena oxigenación, se produce un crecimiento anormal de vasos sanguíneos que se adentran en la córnea con la finalidad de proporcionar oxígeno al ojo. El problema de esto reside en que la córnea es un tejido avascular con el fin de ser transparente para dejar pasar la luz a su través y si hay una presencia de vasos sanguíneos en ella, su función esencial no se llevará a cabo.
Lentes adheridos, lentes rasgados, solución vieja de lentes, pasta de dientes. Mientras que hay muchas ventajas de usar lentes de contacto, pueden deteriorarse si no se siguen las instrucciones especiales sobre cómo usar y cuidar de ellos. Pese a que la gran mayoría de usuarios de lentillas disfrutan de ellas sin experimentar ninguna complicación, algunas personas sí notan algunas molestias en las primeras semanas de uso. Siga las recomendaciones de su profesional de salud visual, ya que algunas gotas oftálmicas son incompatibles con ciertos tipos de lentes de contacto.
Por ejemplo, una química desequilibrada de las lágrimas puede ocasionar su rápida evaporación, lo cual constituye un problema tan grave como no producir una cantidad suficiente de ellas. Es posible que el profesional de la visión quiera que usted cambie a sistemas de cuidados sin conservantes o a lentes de remplazo diario, que no requieren soluciones de limpieza. Aun cuando las soluciones para el cuidado de los lentes o las gotas oftálmicas tengan buen resultado al principio, con el tiempo algunas personas pueden desarrollar una sensibilidad a determinadas fórmulas, en especial a las que contienen conservantes. También son más proclives a desarrollar intolerancia quienes tienen una mala lubricación del ojo (ojo seco) o son muy alérgicos a los lentes de contacto o a los líquidos para limpiarlos.
Aunque siempre ha sufrido de irritación en los ojos, sólo en los últimos meses el problema se ha acentuado, incluso en enero de este año tuvo una lesión en la cornea, lo que la obligó a estar tres días con el ojo vendado. Las enfermedades conjuntivales y corneales que produce la contaminación se ven acentuadas cuando se utilizan lentes de contacto. En definitiva, cuando vive con algo tan cercano a usted como un lente de contacto, tiende a olvidar que está ahí, o que necesita cuidados especiales. Pero lo importante no es solamente la cantidad de lágrimas que se producen, sino también la calidad.
Si sus ojos no lucen bien, no se sienten bien o no pueden ver bien con los lentes de contacto, quítese los lentes inmediatamente y consulte a su profesional de la visión para determinar cuál de las siguientes alternativas solucionará su problema. Mediante investigaciones, se ha descubierto que los ácidos grasos omega-3 que contiene el salmón y otros peces, así como el aceite de linaza, pueden mejorar la parte grasa de la composición de las lágrimas, que evita su evaporación. La reducción del tamaño de estos vasos sanguíneos elimina la apariencia de los ojos rojos pero no trata el problema de sequedad subyacente. Mientras duerme, los lentes de ortoqueratología (u ortho-k ) cuidadosamente modifican la forma de la superficie anterior de su ojo de manera que pueda quitarse los lentes en la mañana y continuar viendo bien, sin gafas ni lentes de contacto, durante el día.