Escozor, quemazón, picor, irritación o dolor de ojos. Incomodidad al ponerse la lente de contacto. Sensación extraña de tener algo en el ojo (cuerpo extraño, área arañada) Lagrimeo excesivo. Millones de personas usan lentes de contacto todos los días de manera segura, pero existe el riesgo de que produzcan una infección en el ojo.
Los pacientes que no responden al tratamiento médico pueden requerir cirugía ocular, posiblemente incluyendo un trasplante de córnea. En cuanto a la técnica de implante de lentes intraoculares, el oftalmólogo de Central Ocular señala que resulta una alternativa en aquellos casos en los que la Cirugía con Láser no es viable. Algunas infecciones oculares relacionadas con las lentes de contacto pueden causar pérdida seria de la visión o incluso ceguera. Acostumbrarse a las lentes de contacto duras podría llevar desde unos pocos días hasta algunas semanas.
Su oculista le puede recetar gotas ojo farmacéutica tales como los antihistamínicos y recomendar que deje de usar lentes de contacto hasta que la enfermedad desaparezca. Las lentes de contacto duras generalmente permiten pasar más aire al ojo que las lentes de contacto blandas, lo que reduce el riesgo de infecciones oculares. Uno de los microorganismos más peligroso es la Pseudomona ya bastante resistente a los antibióticos comunes. Generalmente con la queratis por lentillas el paciente puede notar un enrojecimiento ocular además de sensación de cuerpo extraño, en casos de una exposición prolongada o cuando la tolerancia disminuye.
El motivo es que a pesar de que utilizamos soluciones contra las infecciones muy efectivas en ocasiones algunos microorganismos son capaces de sobrevivir a estas. Aun con el uso y el cuidado adecuados, los ojos secos pueden ser un problema para quienes usan lentes de contacto. Las técnicas quirúrgicas empleadas son las intervenciones en las que se trata la superficie ocular con Láser (PRK, LASIK, etc. Sin embargo, si tu receta no cambia y cuidas de tus lentes de contacto duras, puedes usar el mismo par de lentes por un período de hasta dos o tres años.
Antes de comprar lentes de contacto, consulta con tu oftalmólogo u otro especialista oftálmico para que te realicen un examen completo de los ojos y te hagan una prueba de adaptación de las lentes. El tratamiento para las úlceras de la córnea debe ser agresiva, ya que algunas úlceras pueden conducir a la pérdida de visión y ceguera. En ocasiones el cuadro puede ser más grave y que encontremos una infección que usualmente se manifiesta además de con los síntomas anteriormente citados, por una disminución de la visión y dolor. Usted puede ayudar a reducir el riesgo de infección por el cuidado de limpiar, frotar y enjuagar sus contactos, lo que minimiza el contacto con el agua, mientras que los usa y la sustitución de la caja de lente de frecuencia.